¿ Has disfrutado del verano , pero ahora tu piel sufre las consecuencias?
El sol, el agua salada y el cloro de la piscina dañan la epidermis al punto de deshidratarla y causar la aparición de enrojecimiento, descamación, arrugas y manchas.
Aquí os dejamos algunos consejos para después de un día en playa o piscina:
1. Al llegar a casa, enjuágate con agua potable para quitarte el cloro, la sal y cualquier exceso de bloqueador o bronceador. Usa un jabón líquido o neutro que respete el PH (nivel de acidez) de tu piel.
2. Sécate bien el cuerpo y aplícate una capa generosa de crema hidratante.
3. Para refrescar la piel prepara una infusión de manzanilla, déjala enfriar en la refrigeradora (no en la congeladora) y aplícatela con paños húmedos en tu rostro, hombros y nuca. No te apliques té, porque esta bebida mancha la piel. Tampoco recurras al hielo porque quema la piel.
4. Finalmente, ponle énfasis en el cuidado de tu rostro. Usa una crema limpiadora de acuerdo a tu tipo de piel (seca, grasa o mixta) para retirar las impurezas y, en seguida, aplícate una loción tónica que equilibre la acidez o PH de tu piel (tu rostro restaurará su protección natural).
En Sacred Skin Bar, utilizamos una combinación de fórmulas cosméticas que reparan el daño provocado por el sol. Visítanos y renueva una vez finalizada la exposiciones continuadas al sol.
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